Los Manatíes pertenecen a la familia de los Mamíferos acuáticos de orden Sirenia, conocidos comúnmente como sirenas debido a sus formas gráciles y su comportamiento apacible. Estos magníficos animales son herbívoros, y su dieta incluye más de 60 tipos de plantas, como hojas de mangle, pastos marinos y algas. La palabra “Manatí” tiene raíces latinas y significa “con mamas”, refiriéndose a su capacidad de amamantar a sus crías, un rasgo que subraya su naturaleza maternal.
En el mundo existen tres tipos principales de Manatíes. El Manatí Antillano se encuentra en las aguas poco profundas de los ríos y costas del Mar Caribe y el Golfo de México. Por otro lado, el Manatí del Amazonas, como su nombre lo dice, habita en el río Amazonas, un entorno lleno de vida y diversidad. Finalmente, el Manatí de África Occidental reside en las aguas dulces y saladas cerca de las costas africanas. A pesar de las diferencias en sus hábitats, todas las especies de Manatíes prefieren aguas tranquilas y cálidas, donde pueden moverse lentamente mientras buscan alimento.
Estos Mamíferos acuáticos alcanzan entre 3 y 4.5 metros de longitud, y su peso varía entre 300 y 500 kg. Una de las características más distintivas de los Manatíes es su cola aplanada en forma de espátula, la cual utilizan para desplazarse con elegancia por el agua. A diferencia de los dugongos, sus parientes cercanos, la cola de los Manatíes es ancha y redondeada. Sus cuerpos robustos están cubiertos de una piel de color café-grisáceo, que a menudo se ve adornada con algas debido a su estilo de vida lento y apacible. Además, los Manatíes respiran a través de orificios nasales situados en la parte superior de sus cabezas, lo que les permite sumergirse y emerger sin esfuerzo para tomar aire. Sus bigotes, ubicados en su trompa, no solo les dan un aspecto adorable, sino que también son sensibles al tacto y les ayudan a explorar su entorno y encontrar alimentos.
En cuanto a su reproducción, las hembras son sumamente protectoras con sus crías. Generalmente, dan a luz cada 2 a 5 años a una sola cría, la cual suele pesar alrededor de 35 kg y medir entre 90 y 120 cm de largo al nacer. Las madres amamantan a sus crías durante un período prolongado, que puede durar hasta dos años. Durante este tiempo, las crías dependen del cuidado materno no solo para la alimentación, sino también para aprender a sobrevivir en su entorno acuático. Una vez que los dientes de las crías son lo suficientemente fuertes para triturar alimentos sólidos, empiezan a consumir la misma dieta que los adultos. Se considera que los Manatíes alcanzan la madurez alrededor de los 4 años, y pueden llegar a vivir hasta 80 años.
Sin embargo, a pesar de su longevidad potencial, los Manatíes enfrentan varias amenazas que han reducido sus poblaciones en las últimas décadas. La pérdida de Hábitat debido al desarrollo costero, y los accidentes con embarcaciones representan serios peligros para estos animales. Los Manatíes son particularmente vulnerables a las colisiones con botes, ya que suelen nadar cerca de la superficie del agua y no tienen la agilidad para evitar rápidamente los motores de alta velocidad.
Por ello todos los Hábitats que albergan Manatíes deben estar dedicados a su cuidado y contribuir activamente a sus programas de reproducción para garantizar la supervivencia de la especie. Existen muy pocos lugares donde se puede interactuar con Manatíes, esto debido a que es una especie que está bajo peligro de extinción.
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¡Vive La Experiencia De Interactuar Con Manatíes!
Puedes conocer de cerca a estos fascinantes animales en los Hábitats de Dolphin Discovery ubicados en la Riviera Maya, Isla Mujeres y Cozumel. Ofrecen la oportunidad única de interactuar con Manatíes en un entorno controlado y seguro, mientras aprendes sobre su comportamiento y conservación. Además, puedes complementar tu visita con un emocionante nado con Delfines, o si prefieres, disfrutar de un encuentro exclusivo con los Manatíes para una experiencia más tranquila e íntima.
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